Écija – El Portal Temático Cultural

Ramón Freire

21 de Agosto 2015
Ramón Freire Gálvez

En Febrero de 2014, publiqué en estas mismas páginas un artículo titulado: La Ciudad de Écija, en defensa de la Purísima e Inmaculada Concepción de María Virgen, desde el siglo XVI. En el mismo hacía referencia, dentro de las numerosas hermandades y cofradías que existían en Écija en el siglo XVI, a una titulada de la Limpia y Purísima Concepción, con sede en el convento de San Francisco, habiendo sido aprobadas sus reglas por el Doctor Don Antonio de Balcázar, Vicario y Provisor del Arzobispado Hispalense, en 11 de Diciembre de 1579, cuya cofradía hacía su estación de penitencia el miércoles Santo. Igualmente aportado el voto concepcionista de 21 de Agosto de 1614 y la conmemoración que de dicho cuarto centenario (21 de Agosto de 1615), había acordado celebrar Écija, en lo que estamos inmersos actualmente, habiendo sido varios los actos religiosos y culturales que se han llevado a cabo y aún quedan pendiente de celebración en nuestra Ciudad.

Pues bien, en relación con ello y acaecido el hecho un mes antes (Julio de 1615) del acuerdo consistorial del referido voto concepcionista, es de lo que trata el presente. Fue ello obra de un ecijano, jesuita, del que conoceremos algunos datos para nuestra mejor ilustración y que se llamó:

FRANCISCO NUÑEZ NAVARRO. Nació en Écija, el año de 1586. Ingresó en la Compañía de Jesús, ocupando la cátedra de Teología en la Universidad de Osuna a principios del siglo XVII. Fue Visitador General del Arzobispado de Sevilla, Vicario y Juez Eclesiástico de Écija. Destacó por su preparación y fácil oratoria, siendo uno de los más brillantes oradores sagrados, según la bibliografía encontrada. De todos los predicadores es el que más prestigio tuvo en la época y no sólo por su gran oratoria, siendo varios de sus sermones publicados.

Testigo de lo anterior fue el Ldo. Andrés Florido, autor de la publicación en 1632, titulada: Grandezas de Écija, Adición al libro de Écija y sus Santos, puesto que el propio personaje que nos ocupa, realiza la censura obligada de 2 dicho libro, por razones de su cargo, fechándola en Écija el día 16 de Julio de 1631, y dice, al principio de la misma: “Censura del Dr. Francisco Núñez Navarro, Presbítero, hijo de la muy leal ciudad de Écija, Catedrático, en propiedad, de Sagrada Teología, de la Cátedra de San Buenaventura en la Universidad de Osuna”.

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