Écija – El Portal Temático Cultural

La mujer a lo largo de la historia ha resurgido cual fénix de sus cenizas, han renacido una y otra vez heroínas como Wu Zetian, Sor Juana Inés de la Cruz , Olympe de Gouges, Flora Tristán e Hipatia de Alejandría. Han dedicado su vida a reivindicar el valor del sexo femenino.

La mujer es la madre de la vida, la luz de la tranquilidad, el equilibrio, la paz. Pero también es lucha, es un grito, es cenizas, dolor arrastrado desde sus orígenes, donde a día de hoy incluso la iglesia nos culpa de que nos expulsaran del paraíso y nos tratan como un problema. No, Eva no es la compañera de Adán, Eva es Eva. Eva es independiente, Eva también se merecía el paraíso.

La mujer durante toda la historia ha estado sometida al hombre y eso ha contribuido a que la mujer hoy sea más rebelde que nunca. Ha conseguido en muchos países igualdad de leyes, pero aun corre por la noche al volver a casa, mientras aprieta la llave con temor y mira hacia atrás cada dos pasos.

La mujer quiere ser respetada, desde pequeña ha sido enseñada a no salir de noche, a no vestir provocativa, a no separarse de su vaso en una fiesta. Y yo me pregunto por qué en vez de educar a las víctimas a ser víctimas, no educamos a los criminales a no ser criminales. Esto decía Laura, una profesora que defendía a la mujer y terminó su vida a manos de un hombre.

La mujer hoy en día sigue luchando, tiene muy claro hasta dónde quiere llegar, quiere vivir con la misma seguridad de un hombre, porque no se merece menos. Ya que,  como decía Gandhi, “llamar a las mujeres el sexo débil es una calumnia, es la injusticia del hombre a la mujer”.

Laura Aguilar Delgado

by