LO INAUDITO por Francisco J. Fernández-Pro
Fco. Fernández-Pro
La verdad es que no pensaba escribir nada sobre todo este proceso en el que se encuentra incurso el panorama político nacional, ya que si por un lado aprecio la necesidad de mantener todo lo que se ha conseguido con tanto esfuerzo durante los últimos cuatro años y en el que, queramos o no, con los españoles que se lo han currado, ha tenido mucho que ver la gente que nos ha gobernado; por otro lado, siento la necesidad de un cambio drástico en muchas de las estructuras básicas del Estado y de los partidos políticos, empezando por la reforma de la Constitución y la Ley Electoral, siguiendo con el número de congresistas y sus privilegios, pasando por el Senado, sus competencias, la definitiva liquidación de las diputaciones y la creación de Estructuras Supramunicipales Comarcales en base -siempre que sea posible- a razones isocrónicas de agilidad y/o de intereses compartidos. Todo ello, finalizando –lógicamente- con la implantación de listas abiertas, no sólo para las Elecciones populares en todos los ámbitos que determine la Ley, sino también para todas las que los partidos políticos celebran internamente. Hay razones para querer que no todo cambie, pero también hay razones para no querer que todo siga igual.
Sin embargo, el panorama político nacional está que berrea y esta misma tarde he sentido escalofríos, al oír las declaraciones de Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, tras sus encuentros con el Rey… y he decidido salir a la palestra.
Un político ha de ser ambicioso, pero no puede conducirse por la ambición. Un político ha de luchar por una causa, pero en sus decisiones no puede primar la inquina sobre la lógica y, mucho menos, el interés sectario sobre el Bien Común; porque esto sería caer en una incongruencia que no suele conocer los límites de la Razón.
Llevamos tiempo viendo los movimientos que se están produciendo en las distintas Comunidades del Estado, las pretensiones de los unos y de los otros. Podemos prever, perfectamente, lo que se nos puede venir encima si le damos hilo a los extremistas y, por tanto, mantener –aunque sea mínimamente- la posibilidad de un pacto entre los independentistas y republicanos (anticonstitucionalistas todos ellos), los antisistemas de la extrema izquierda nacional-socialistas (lo que fueron los nazis alemanes) y los social-demócratas del PSOE, es joder la marrana porque sí –por ambición personal o por pura inquina de partido- y, con ello, atropellar cualquier Razón lógica que pueda servir con mayor eficacia al Bien Común de los españoles.
Como persona vinculada durante más de veinte años a la Política en un partido nacionalista de centro izquierda, he aprendido que hay demócratas en la derecha, en la izquierda y en el centro; y, por desgracia, hay antidemócratas, tanto en la extrema derecha como en la extrema izquierda. Por eso, desde aquel gran Pacto de la Moncloa y la aprobación de la Constitución de todos los españoles, tanto el PP, como el PSOE, siempre han demostrado su compromiso con la Democracia y la visión de Estado de sus líderes. Siempre supieron que hay asuntos que están –y deben estar- muy por encima de los partidos políticos y nunca deberían ignorarse por parte de sus máximos responsables. Esta realidad me ha demostrado siempre –y hasta hoy- que, tanto la derecha del PP como la izquierda del PSOE, son ámbitos democráticos perfectamente compatibles… y esta certeza resulta fundamental para un país como el nuestro, con nuestra triste Historia de enfrentamientos fraticidas.
ERC, no llama a engaño: es un partido de izquierdas, republicano y catalán, cuyo objetivo es la independencia de Cataluña y que, si pudieran, como ha ilustrado –metafórica, pero nítidamente- no sé qué gilipollas, le cortarían la cabeza al Rey. Por otro lado, partidos como el antiguo Bildu de los etarras o la nueva Convergencia del más Más, se mueven entre la izquierda radical y la derecha burguesa, pero ambos persiguen el desmembramiento de España. Por eso, reconozco que me extraña y me sorprende, que un partido histórico con la trayectoria del PSOE, pueda pringarse con estos mejunjes.
Sin embargo, lo que más me llama la atención (siendo lo anterior verdaderamente inaudito) es que Pedro Sánchez acabe cometiendo la estupidez de darle cancha a Pablo Iglesias que, a la postre, es quien quiere ocupar su espacio y descabezarlo a él.
El hombre, ya se veía hoy Vicepresidente del Gobierno (lo que hablábamos de la ambición). Después de montar el pitote por el acuerdo sobre la Mesa del Congreso, porque con la distribución propuesta su grupo percibía menos dinero del que habían previsto, ahora busca un atajo y oferta el servilismo a cambio de sillones (aunque este señor era el que hablaba de los políticos profesionales, de lo malo de profesionalizar la Política y de que no se presentaban por un puesto). Más no es su primer renuncio: ya juró y perjuró que Podemos no se financiaba con fondos de países como Venezuela (un Régimen con presos políticos) o Irán (éste, no sólo con presos políticos, sino también con ahorcamientos de apóstatas, ejecuciones de homosexuales y lapidaciones de mujeres) y, ahora, cuando se demuestra que ha mentido y, no sólo los han financiado, sino que ha sido a cambio de asesorías para sus gobiernos de tiranos, no se le ocurre otra cosa que responder, en forma de sentencia intelectual (como una simpática ironía) que, para él, “la Politica es cabalgar sobre las contradicciones”… y eso –que queda aparentemente tan bonito dicho así- resulta más inaudito aún en un señor que pasa por intelectual; ya que este Pablo Iglesias debería saber que en la Política, como en la vida, sobre las contradicciones sólo cabalgan los incoherentes, los manipuladores de la verdad y los trileros de la superchería.
Ahora viene el problema: para conseguir el Gobierno, Pedro Sánchez tiene que llegar a un acuerdo con toda esta variopinta caterva de progres trepasantitodo y, si lo hiciera, visto lo visto, lo único que estaría demostrando es hasta dónde llega su ambición o su estupidez; y en ambos casos, como siempre, aunque al final quede en evidencia, nadie remediará que seamos todos los demás los que acabemos jodidos.
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A mi se me antojan unas cuantas reflexiones sobre este formidable lío democrático:
Aproximadamente dos terceras partes de los votantes, han dicho que no quieren que Rajoy y por ende el PP gobierne de nuevo.
Cada vez mas instituciones de peso en Europa y reputados economistas del mundo, ponen en cuestión que para frenar la crisis hubiera que hacer una política de recortes sociales como ha hecho el anterior gobierno, “recomendado” por los lideres de la C.E.
El cuarto pais en importancia de la zona Euro, tiene uno de los S.M.I. mas bajos de Europa.
Tirando de hemeroteca, todos los lideres del tablero político español, han dicho o establecido lineas sobre sus adversarios que harían inviable la aparición de cualquier pacto.
Visto la dificultad (y la necesidad) para ponerse de acuerdo¿tienen que ser los lideres esclavos de sus palabras y permanecer en sus inamovibles planteamientos?
A la vista del reciente caso de Acuamed, que no es un caso de corrupción del pasado ¿No nos moverá a replantearnos una forma de hacer política?
Tengo que pensar que estos politicos nuevos, a pesar de su apariencia, tienen que asumir su responsabilidad, al igual que los viejos. Formación no les falta. El porcentaje de universitarios se acerca al 90% así que tengamos paciencia y esperanza.
Estimado Señor JUBILADO:
Como siempre, es para mí un placer poder leer sus letras y, como siempre, le agradezco infinito su comentario que suele venir a mostrarnos otras perspectivas que debemos considerar sobre las cuestiones planteadas… más, como siempre también, permítame que esté muy de acuerdo con alguna de sus apreciaciones y, sin embargo, puntualice alguna que otra de sus objeciones.
Sobre su primera consideración he de confesarle que, como voté a Ciudadanos, yo estoy en esa casi dos terceras partes que le dijeron que no a Rajoy, convencido de lo perverso de las mayorías absolutas y confiando, precisamente, en la posibilidad de un mapa político que exigiera el diálogo y el entendimiento entre varios partidos (si relee mi artículo, verá la cantidad de cosas que creo que deberían cambiar lo antes posible y que sólo se cambiarán si existe ese diálogo…). Pero tenga usted en cuenta que yo –como tantos españoles- no he votado contra nadie, sino que lo hice intentando, con mi voto, que no hubiera una mayoría absoluta. Se ha conseguido y ahora ha llegado el momento de hablar… y la verdad es que, visto lo visto, prefiero que siga Rajoy sin mayoría absoluta y teniéndose que apoyar en partidos como PSOE y Ciudadanos, que cualquier otro que tenga que ceder a las exigencias programáticas de republicanos, independentistas o nazis.
Por otro lado, afirma usted: “Tirando de hemeroteca, todos los lideres del tablero político español, han dicho o establecido lineas sobre sus adversarios que harían inviable la aparición de cualquier pacto…”; pero vuelva usted a las hemerotecas y verá cómo, tanto Albert Rivera como Rajoy, lo que dijeron siempre fue que, con los únicos que nunca pactarían sería con Podemos y los independentistas (también lo dijo Sánchez)… y, en efecto, señor JUBILADO, yo creo –y siento discrepar con usted en este asunto- que todos somos esclavos de nuestras palabras y, mucho más, aquellos que las pronuncian para convencernos de una ética en la que confiamos.
En lo referente a los expedientes universitarios de los nuevos líderes, ¿qué quiere que le diga? No sólo que la experiencia es un grado -y un grado muy importante- sino que, además, he tenido la suerte de conocer a gente de enorme capacidad intelectual en todos los ámbitos de la vida y, créame si le digo, que me he topado con verdaderos necios con brillantísimas carreras universitarias (algún que otro Catedrático, incluso); y también he conocido verdaderos sabios que no han llegado a pisar la Universidad. Aunque quizá sea precisamente por eso, que –como usted bien dice- he aprendido a tener paciencia y no perder la esperanza en el Hombre.
Como siempre, un saludo muy cordial desde sus torres.
D. Francisco, si votó usted Ciudadanos, a la postre se ha demostrado una sabia decisión, pues es el partido mas coherente con sus ideas y con la realidad de España, en todo el abanico parlamentario.
Muchas gracias por su consideración y templanza con mis actualizaciones.
Perdón: quise decir puntualizaciones.
Amigo mío, como ya le he dicho muchas veces,soy yo quien le debo estar agradecido. Sus puntualizaciones siempre enriquecen el debate y muestran perspectivas de los asuntos que son necesarios considerar y que a mí se me pasan o, quizá, no comparto… con lo cual creamos un debate, que -partiendo del hecho de que nadie tiene toda la razón absoluta- creo que resulta fundamental entre personas razonables y respetuosas.
Un saludo muy cordial.
Y sigue la incógnita de quienes van a gobernar.
Esta situación no se da en Francia, allí si en una primera elección no hay un vencedor con mayoría absoluta hay una segunda votación en la que compiten los dos más votados para que los electores puedan decidir cual será quién gobernará o legislará.