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LA TEORÍA DEL REPARTIMIENTO O EL FRAUDE CONSTITUCIONAL (I) por Francisco J. Fernández-Pro Ledesma

LA TEORÍA DEL REPARTIMIENTO  O EL FRAUDE CONSTITUCIONAL (I) por Francisco J. Fernández-Pro Ledesma
abril 13
09:45 2016

Durante todo este tiempo transcurrido desde las últimas elecciones generales y en el que tanto han trascendido las idas y venidas, las carreras, los corrillos, las declaraciones rimbombantes, las promesas de amor eterno y los racimos de astas puntiagudas, no he dejado de preguntarme por qué, entre gente que parece tan preparada, se ha suscitado tanto jaleo, tanta incoherencia, tanto disparate y tanto ponerse en evidencia; y creo que la respuesta la he hallado en un artículo que, hace algún tiempo, me remitió mi Amigo Genaro Chic, en el que se aclaraban algunas cifras, que me hicieron reflexionar sobre la cuestión.

Según parece, Bruselas le pidió a España que disminuyera los cargos políticos ya que, en el año 2011, los que copaban las Administraciones e Instituciones del Estado, electos por las urnas o elegidos por confianza de éstos  (es decir, los que percibían remuneración por la cara, sin oposición, méritos o capacidad demostrada) eran –nada más y nada menos- que 445.568 individuos e individuas (que dirían los gobernantes y gobernantas de por entonces). En ese mismo año, Alemania (con el doble de población) contaba con 150.000 de estos individuos (la tercera parte) e Italia -segundo país en el ranking del nepotismo- no llegaba a los 250.000 (la mitad)

Pero hay más: en ese mismo año, en contraste con el número de políticos y personal de confianza de los políticos, en nuestro país hubo 165.967 médicos, 154.000 policías y 19.854 bomberos. Por tanto, si echamos cuenta, en el año 2011 (cuando, en plena crisis económica zapateril, se llegó a los 5.273.600 parados) había más políticos y enchufados por los políticos, que médicos, policías y bomberos juntos.

Para más inri, están los sueldos. Redondeando las cifras, la nómina media de un maestro era de 1.400 euros, la de un policía de 1.600, la de un bombero de 1.800, la de un médico de 2.200… y, sin embargo,  los diputados percibían, de media, 5.730,68 euros brutos al mes, con 14 pagas al año, estando exenta de IRPF una quinta parte de este importe (1.191,29 euros de media al mes). Esta medida salarial, incluyendo a los 350 diputados, se situaba en 5.555 euros al mes, hasta un total de 77.772,4 euros al año. Aparte había que añadirle los gastos de transporte, dietas por desplazamientos en viajes oficiales, teléfonos móviles, ordenadores, Seguridad Social y pensiones. Todo esto, claro está, sin contar los plus de los presidentes, vicepresidentes, secretarios, portavoces y portavoces adjuntos, de la Mesa y las 31 comisiones parlamentarias.

Si tenemos en cuenta estos números, quizá no sería tan difícil comprender la cantidad de incoherencias que se han producido en los últimos meses entre nuestros políticos, cuando ha llegado la hora de tocar poder y el espectáculo mediático –esperpéntico y espantosamente ridículo- que hemos presenciado. La verdad es que, una vez advertido, de las cantidades que se manejan cuando se toca poder, me explico mucho mejor que, incluso Pedro Sánchez, en un momento de éxtasis, buscara el apoyo de Alexis Tsipras para que le hiciera de Celestina con Pablo Iglesias, sin reparar de que una maniobra así sólo podía servirle para quedar en evidencia ante los españoles y que los podemitas acabaran haciéndole un griego en toda regla. Pero ahí no anduvieron listos los amigotes de Andrés Bódalo, el soplamocos de Jódar; aunque a  Sánchez, desde entonces, se le escucha llegar desde lejos por el sonido que le hace la hebilla del cinturón por el encerado del Congreso; y a los de Ciudadanos, por el pestazo que traen a cuerno quemao desde entonces (que ni el de Tragabuche, oiga).

Pero, al final, todo ha quedado en nada… y es que, a los postres, el pastel sólo da para lo que da y, tanta gente metiendo el dedo, iban a caber como a tocinito de cielo.

 

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3 Comentarios

  1. Javi
    Javi abril 13, 11:52

    Creo que sería interesante que leyera este artículo donde se hace una estimación explicada del número de políticos que hay en España. El número por Vd. utilizado parece demasiado exagerado como para ser verdad.
    Esto, junto con el montón de políticos que no cobran, creo que puede servirle para rehacer los cálculos y, quién sabe, cambiar sus conclusiones, si es que no las traía concluidas desde antes de las cuentas.
    http://www.eldiario.es/piedrasdepapel/politicos-Espana_6_137596242.html
    Un saludo

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  2. Paco Fernández-Pro
    Paco Fernández-Pro abril 14, 11:00

    Señor JAVI, no sabe usted cuánto le agradezco su comentario a mi artículo. Ya digo en él, que la cifra que expongo es la que aparece en un artículo que me traslada mi buen Amigo y Maestro, Genaro Chic, el cual me merece absoluta confianza y, como veo, el artículo que acompaña su comentario, recoge como base de dicho artículo la misma cantidad, aunque intentando minimizarla haciendo cábalas sobre los números reales y sobre la autoría de dichas cifras.

    Ya escribí que, en el de referencia, los datos aparecían como los calculados por los organismos europeos; aunque, también es verdad, que pudieran haber sido manipulados con el consiguiente desmentido de políticos y organismos europeos… que no lo fueron.

    De todas formas, sí quisiera aclararle alguna cuestión, para enriquecer el debate:

    1º. Yo fui concejal durante doce años en un Ayuntamiento y sé que muchos de los concejales no cobran (muchos otros, sí); pero en el artículo que usted me remite, sus autores se han olvidado de todo el personal de confianza que pulula por los Ayuntamientos y, lo que es peor, se olvidan de las Diputaciones provinciales y sus “técnicos” (que son para darles de comer aparte)… Igualmente, se han olvidado de los adláteres (¿se imagina cuántos adláteres se lo han llevado calentito en Andalucía, gracias a los ERE y a los Cursos de Formación?… pues imagíneselo y haga cuentas: tantos como para generar un voto cautivo capaz de mantener en el gobierno al partido que cometió un fraude tan escandalosamente monumental)

    2º. Fuera como fuere, hay que estar muy cegato (y no digo que usted lo esté) para no darse cuenta de que el número de políticos es excesivo, sus nóminas son excesivas, sus dietas son excesivas y sus privilegios son excesivos. Tanto es así, que he tenido que dividir este artículo en tres partes.

    Así que, aún si reconociéramos cierto el baile de números entre los unos y los otros, lo que más me llama la atención es que una cifra como esta (que debiera ser conocida por todos), resulte tan incalculable. Por otro lado –y esto creo que resulta incuestionable-, el problema existe y, con él, el abuso al que estamos sometidos los ciudadanos.

    De todas formas, le remito a los próximos dos capítulos de este culebrón y así podrá apreciar que no es extraño que mis conclusiones ya las tenía claras antse de colgar este artículo (al que le faltan todavía algunos datos)… ya le digo que, para mí, más importante que los números, son las razones injustificables que los pueden hacer posible.

    Un saludo cordial.

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    • Javi
      Javi abril 15, 11:48

      Totalmente de acuerdo en que el número de políticos y personal de confianza, así como sus retribuciones, deberían ser no sólo públicos, sino sobre todo accesibles por todo el mundo.
      Entiendo que el enfoque que Vd ha dado al artículo es utilizar unas cifras para soportar unas conclusiones. Y en mi comentario quería señalarle que, por tanto, esas conclusiones valdrían tanto como las cifras de comienzo.
      Con lo cual esperaré pacientemente a que publique el resto de artículos de la serie a ver si hila más fino, ya que comparto la idea de que los privilegios de los políticos son excesivos y, sobre todo, me enfada que se me escondan los datos que me permitan tener la convicción de que el número de políticos es excesivo.
      Porque hasta ahora puedo sospecharlo pero no saberlo. Y ya sabemos que el tahúr esconde las cartas y que esta política que sufrimos está llena de tahures.

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