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LA ESPERANZA por Francisco J. Fernández-Pro

LA ESPERANZA por Francisco J. Fernández-Pro
diciembre 02
13:05 2013
Francisco J. Fernández-Pro

Francisco J. Fernández-Pro

Esta mañana mi reflexión me encamina a la Esperanza. Hoy quiero apartar de mí la tristísima cosmovisión de esta España nuestra de los últimos días y regresar al positivismo de mi conciencia, de mi propia naturaleza.  Hoy merece la pena, porque me he desayunado con la mejor noticia: mi amiga Conchi ha salido del quirófano y todo está bien. La temible mastectomía se ha quedado en algo mínimo y muy localizado. No había adenopatías. Su marido, mi hermano Alberto, estaba exultante y yo me emocioné con sólo oír su voz alegre… y, por eso, antes de secarme la lágrima –que casi siempre deja en evidencia mis debilidades- he querido escribir esta reflexión, porque sé que si espero y enchufo la radio, acabaré con la mala leche de casi todos los días y hoy, sencillamente, no me da la gana, porque -de vez en cuando- también necesitamos de la Esperanza.

Por tanto, aparto de mí tanta desidia que nos rodea, tanta holgazanería incomprensible, tanta chabacanería indecente, tantos listillos de ocasión, y vuelvo mis letras hacia toda esta gente buena a los que, hace cuatro artículos, proclamaba Héroes. Por ellos escribo estas letras: por los que trabajan incansables para llevarle el bien a los otros, por los que consuelan a los que sufren, por los que arriman la esperanza a los que la necesitan, por los que alimentan la ilusión que nos mantiene…

Gente como mi amigo Paco Acedo, que hoy le extirpó el mal de raíz a Conchi; y como Conchi, que siempre sonríe -hasta cuando la raíz del mal aún le permanecía-; y como Alberto, que siempre sostiene en vilo la sonrisa de Conchi, aunque el alma se le salga por la boca; y como todos los que fueron mis compañeros en el Hospital de Osuna (médicos, enfermeros, auxiliares, celadores, administrativos,…) que hoy, como tantos otros días, comparten la responsabilidad y la inmensa alegría de llenar de paz la vida de los enfermos y de sus familias, recuperando con su trabajo -casi nunca suficientemente reconocido- la normalidad de lo cotidiano, el reinicio de la Esperanza.

Confieso que recé por Conchi. La verdad es que mis oraciones suelen ser bastante peculiares. Hace años que perdí el hábito del rito y me aficioné a charlar con Dios de tú a tú. Las oraciones preconcebidas y memorizadas automáticamente me suenan a protocolo, y yo siempre pensé un Dios poco estirado (quizá porque nunca llegué a temerle como me pidieron). Hoy, por tanto, también tengo que agradecerle a ese Dios tan Amigo que yo pienso, su intervención desde donde habite: aunque sólo sea porque tuvo a bien poner entre la Esperanza y el mal de la enfermedad, a tanta gente buena que sabe estar y sabe ser y sabe darse.

Vaya por todos ellos estas letras. Gracias compañeros de Osuna, porque hoy –a través de la alegría de mis hermanos Conchi y Alberto- habéis hecho que me olvide de tanta miseria, me habéis traído la luz de la Vida esta mañana y me habéis hecho recordar que el Hombre es el único animal que, muriendo una sola vez, puede nacer con cada Sol que se levanta.

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11 Comentarios

  1. Como siempre, el de siempre.
    Como siempre, el de siempre. diciembre 02, 21:21

    Sencillamente magistral, tienes un alma que no te cabe en el pecho. Cuanto nos queda por aprender de ti, de tu humanismo sin límites, de tu entrega sin medida, de tu palabra hecha razón, de esa razón que emana de tus adentros. Cuanta sensibilidad la tuya. Gracias por ser como eres. Hombres como tú, faltan por todos lados.

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  2. Astigitana
    Astigitana diciembre 02, 21:53

    Magnífico artículo. Felicidades, Paco. Felicidades también a tus amigos.

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  3. Luis Candelas
    Luis Candelas diciembre 02, 22:02

    Gracias por tus palabras. Que la alegría, cuando uno la vive cerca, es contagiosa.

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    • Paco Fernández-Pro
      Paco Fernández-Pro diciembre 03, 12:23

      Querido Amigo, ¡cuánta razón tienes!… Creo que fue un autor clásico (¿Tertuliano?) el que escribió que la Vida es como un espejo, que nos devuelve la alegría o la tristeza con la que vivimos. Quizá siempre es tan importante nuestra actitud ante cualquier contingencia…
      Un abrazo.

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    • Paco Fernández-Pro
      Paco Fernández-Pro diciembre 03, 12:27

      Querido Amigo, ¡cuánta razón tienes!… Creo que fue un autor clásico (¿Tertuliano?) el que escribió que la Vida es como un espejo, que nos devuelve la alegría o la tristeza con la que vivimos. Quizá, por eso, siempre es tan importante nuestra actitud ante cualquier contingencia…
      Un abrazo.

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  4. Esther
    Esther diciembre 03, 01:02

    Gracias Paco, gracias a todos por todas las muestras de apoyo recibidas, por vuestros ánimos y vuestra compañía, pues sin ustedes, este proceso se nos hubiera hecho a todos un poquito mas pesado. De corazón GRACIAS por estar con nosotros.

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    • Paco Fernández-Pro
      Paco Fernández-Pro diciembre 03, 14:39

      Querida amiga, una de las mejores cosas de la Vida, es cuando nos tropiezamos con la gente buena de verdad… Yo le doy gracias al Cielo, por haberme dado el topetazo con vosotros. Es un privilegio conoceros y poder acompañaros en el camino.
      Un beso muy grande.

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  5. EVA FIRST
    EVA FIRST diciembre 04, 00:53

    Paco, gracias como siempre por hacerme llegar tus artículos, éste como bien dices levanta el ánimo y hace olvidar tantas insensateces como vemos a diario. Siempre alegra conocer noticias alentadoras como ésta de la que podemos extraer una idea principal: “Hay que vivir intensamente todos los momentos porque nunca se sabe lo que pasara al siguiente”. Felicidades a tus amigos

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  6. María
    María diciembre 05, 00:50

    Es un placer siempre leerte porque es como si charláramos otro poco.
    Me alegro mucho de la noticia, tu más que nadie sabe de esperanzas, y tu sentir de la vida, transmite a tu cuñada y tu hermano, parte de la fuerza necesaria para ver que no están solos, que su fuerza puede ser la fuerza de muchos,, la que reciben y la que dan.
    Son muchas más las personas buenas y solidarias, y esto es una cadena imparable.
    De ahí el magnetismo de la bondad y la belleza .
    Un abrazo muy fuerte y desde aquí a todos los que fueron mis comoañeris del Hispital de Osuna
    María Contreras Soro

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