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URGE UNA PRESENCIA VALIENTE Y SIN COMPLEJOS DE LOS CATÓLICOS EN LA VIDA PÚBLICA por Rafael González Martín

URGE UNA PRESENCIA VALIENTE Y SIN COMPLEJOS DE LOS CATÓLICOS EN LA VIDA PÚBLICA por Rafael González Martín
mayo 02
16:30 2016
Rafael González

Rafael González

Transcurrida la legislatura más corta, de la joven democracia española, creo que en la inmensa mayoría de los españoles ha quedado la gran sensación de la desolación. Es lo que creo que siente la mayoría de los ciudadanos ante el fracaso para formar gobierno, al que se suma el que cada partido echa la culpa a los otros sin mirar aquello de “la viga en el propio” ojo. Y eso, a pesar de haber proclamado que “los ciudadanos no nos perdonarán si no conseguimos entendernos”.

Lo cierto y verdad es que cada día nos levantamos con las preocupantes noticias de los casos de corrupción política, de los papeles de Panamá, de las noticias económicas, y ahora de las futuras elecciones a la que hemos sido abocados por no ser capaces los políticos de buscar el bien común de todos. Dos meses de campaña electoral escuchando nuevamente lo mismo. Dos meses, donde nuestros políticos se acordaran de los rostros sufrientes de los parados, de los pequeños empresarios que intentan con mil esfuerzo mantener a todos sus trabajadores y colabores, de la juventud mejor preparada que se tiene que marchar fuera de España, ….

Por otro lado, es cierto escuchar que no corresponde a la Iglesia jerárquica, como tal, actuar en el ámbito político para construir una sociedad justa, pero sí corresponde este papel y es urgente a los fieles cristianos laicos que actúan como ciudadanos bajo su propia responsabilidad. Pero tan cierto como esto, es que los fieles laicos deben estar apoyados y acompañados por sus pastores, con el mismo interés que se suponen colaboran en las tareas interna de la comunidad en favor del culto, la evangelización y la caridad.

Y más en estos tiempos donde el concepto de izquierda o de derecha, son concepto ya trasnochados y antiguos, pues la realidad nos lo demuestra. Hoy debemos de hablar de personas que buscan el progreso de la humanidad desde el mismo concepto humano, que en función de las circunstancias sociales, económicas y políticas, actúan con verdadera justicia e igualdad.

¿Pero qué partido o que candidatos actúan desde ese modo progresista?

Lógicamente esta pregunta nos lleva a mojarnos y hacer claros con nuestros principios civiles, religiosos y éticos.

Una persona o grupo político es progresista, cuando actúan como unos buenos gestores de la comunidad, en todos sus ámbitos económicos, sociales, culturales, éticos y religiosos.

No se puede tolerar la tardanza en los gobernantes en reconocer y asumir la crisis y adoptar medidas tardías, que con su engaño y mentira perjudican a los más indefensos de la sociedad. Pues, mientras que con dinero público, el de todos, hemos lavado a uno de los causante de esta crisis económica como ha sido el sector bancario. El cual, después de ser ayudado, en estos momentos, son incapaces de perdonar a aquellos que no pueden pagar su hipoteca, y que le devuelven el piso, la casa, el local o la nave industrial, y no consideran con ello extinguida su deuda.

Está crisis, ha sido el claro reflejo de la codicia humana. De la codicia de unos cuantos, que no han sufrido la oposición de unos gobernantes, que tendrían que haber velado por el interés de la mayoría, en lugar del de una minoría.

Me desconcierta unos gobernantes que dicen defender a los más desfavorecidos de la sociedad y que recortan ayudas sociales. Además de no valorar el esfuerzo social de esos más desfavorecidos, que pierden derechos a cambio de mantenerse grandes puestos en la clase política.

Por eso creo que es necesario ya, una presencia valiente, confesante y sin complejos de toda la comunidad católica en la vida pública, y no sólo de los seglares, sino todos los miembros de la comunidad.

El Señor nos pide no encender la luz debajo del celemín, sino ponerla sobre el candelero para que alumbre a nuestro alrededor. La levadura del Evangelio debe penetrar en el mundo de la acción política, en el mundo de la economía, del trabajo, de la cultura y del arte, el ocio, el mundo universitario, y de los medios de comunicación social… para orientar las realidades temporales según el corazón de Dios. Cristo vino para salvar al hombre, a toda la humanidad, en todos los tiempos y circunstancias.

URGE UNA PRESENCIA VALIENTE Y SIN COMPLEJOS DE LOS CRISTIANOS CATÓLICOS EN LA VIDA PÚBLICA.

“Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanza, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo” (GS 1).

 

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3 Comentarios

  1. JUBILADO
    JUBILADO mayo 02, 19:15

    Don Rafael, leo su artículo y ni siquiera necesito reflexionar mucho para comentarlo. Dice usted que es urgente la presencia de cristianos católicos en la vida publica, pero yo que me considero un humilde conocedor del evangelio, pregunto ¿donde hacen alusión los evangelios a la presencia de cristianos en la vida publica, o en el gobierno? ¿debería por tanto tener presencia en la cosa pública así mismo, otras religiones también profesadas por españoles, e incluso movimientos ateos?
    Por otra parte, ¿ha dejado de estar la Iglesia Católica presente, y por tanto influenciando en los mecanismos del Estado, en los últimos setenta años?
    ¿No será justamente lo contrario lo que nuestra Carta Magna recomienda y lo que la sociedad demanda?
    Por ultimo, comparto con usted su preocupación de lo que se hace con el dinero público, así como la enorme cantidad de casos de corrupción política de uno y otro signo, que nos deja huérfanos de ideas. ¿que se puede hacer, y a donde nos lleva esto? hasta en el mismo Vaticano llega la sombra de la sospecha, cuando se ha difundido la noticia de que se han clausurado mas de 1400 cuentas de bancos por su opacidad y dudas.
    Un saludo.

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    • Manuel Lucena
      Manuel Lucena mayo 03, 18:50

      Me temo, Sr. Jubilado, que su comentario, y el articulo de D. Rafael, van por caminos bien distintos. No dice D. Rafael en ningún momento que los cristianos
      entremos en las Instituciones del Estado o la vida pública (que pudiera ser),sino que con nuestro ejemplo, colaboremos en la expansión de ese Evangelio que Vd. dice conocer bien y que traería la decencia a los futuros administradores de nuestros bienes comunes. Que confesemos, sin complejos, los valores humanos del cristianismo. Mire, con todos mis respetos a sus casi siempre fundados comentarios, D. Rafael, como buen conocedor del Evangelio ( es Dr. en Teología) sabe perfectamente que Jesucristo dijo: “dar al César lo que es del César y a Dios, lo que es de Dios” (Lucas, 20:25). Sin comentario. Y en otro pasaje de ese Evangelio, que Vd. conoce bien, Jesucristo se aparece a sus discípulos, tras la Resurrección, y les dice: “Id a todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura, el que creyere y fuere bautizado será salvo. El que no, se condenará” (Marcos, 16:15,16.Creo que este es el mensaje de D. Rafael en su articulo. Saludos

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  2. JUBILADO
    JUBILADO mayo 04, 16:06

    Señor Lucena, en primer lugar desearía aclarar que cuando manifiesto se humilde conocedor de los Evangelios, trato de decir que mis conocimientos de los mismos son mas bien superficiales, producto de lo asimilado en la escuela parroquial. Sí le confieso mi interés por los evangelistas, naturalmente desde el punto de vista histórico. Por tanto reconozco y manifiesto mi humildad ante los indudables conocimientos sobre el tema del Sr. Gonzalez.
    Pero entiendo que a lo que D. Rafael se refiere en el artículo, está perfectamente definido en su frase mas destacada en mayúsculas,o sea la intervención en la vida pública de los valores que impregnan los Evangelios, que aún siendo en principio fuente de justicia social, no están exentos de fundamentalismos, como a su vez lo estaría si estos valores provinieran del Islam, o de cualquier otra creencia. Y lo que trato de decir es que la creencia y la fe donde están mejor es en los respectivos templos, y en el templo mas sagrado, que es uno mismo, o el ámbito privado.
    Por ultimo pedir disculpas al autor del artículo, por expresar mi opinión de profano frente a la de un erudito.

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