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LA MENTIRA DEL COJO por Francisco J. Fernández-Pro

LA MENTIRA DEL COJO por Francisco J. Fernández-Pro
agosto 11
00:52 2019
Fco. Fernández-Pro

Fco. Fernández-Pro

Pedro Sánchez se engaña a sí mismo o nos engaña a los españoles, que es peor. Lo hace cuando proclama que va a formar un Gobierno de Progreso con los mimbres que tiene. Nunca podrá construirse el progreso de un Estado sobre la asimetría de los pueblos que lo constituyen. La asimetría es el cáncer de la Democracia en un Estado de Derecho; porque lo primero que consagra una Constitución como la nuestra, es el principio de que todos los ciudadanos son iguales ante la Ley. Por tanto, todos los españoles, independientemente de su lugar de origen o residencia, debemos tener las mismas oportunidades de progresar en la vida, a fin de poder alcanzar los derechos fundamentales que recoge nuestra Carta Magna y, para conseguirlo, el Gobierno (el Poder Ejecutivo), está obligado a trabajar con este objetivo siempre presente.

Por eso resulta una paradoja, en sí misma, la promesa de progresar en estos principios y salvaguardar estos valores, a la vez que se negocian beneficios exclusivos con sólo unos grupos determinados de españoles, ya sean catalanes, vascos, cántabros, aragoneses o canarios.

Esa “visión de Estado” de la que tanto se pavonearon catalanes y vascos, desde el principio de nuestra Democracia, nunca fue tal. Nunca dieron nada por nada. Su nacionalismo siempre fue el más poderoso y los distintos gobiernos de España (tanto el de la UCD, como los del PSOE o los del PP) se apoyaron en ellos mientras fingían trabajar para todos los españoles por igual (incluso los Andalucistas conseguimos de la UCD –cuando pudimos hacerlo y aún se hablaba de Andalucía en el Congreso-, un beneficio concreto para nuestra tierra: el desbloqueo definitivo de nuestra Autonomía). Por esta gestión del cambalache, después de cuatro décadas, catalanes y vascos, no sólo son mucho más ricos y fuertes que los demás españoles, sino que sienten –hasta el punto de intentar la ruptura si se les lleva la contraria- el íntimo derecho a seguir siendo los mayores perceptores de privilegios y los más beneficiados en el reparto de los Presupuestos Generales. Esta auténtica aberración constitucional, fue lo que dio lugar a la llamada “asimetría del Estado”.

Sin embargo –y, aunque el equilibrio deseable entre los ciudadanos del norte y del sur nunca existió-, con estos malabarismos de Sánchez, estamos llegando a un verdadero punto crítico dado que, para seguir gobernando el Estado, sólo le salen las cuentas si acaba apoyándose en estos nacionalismos (¡tan distinto al andalucismo que yo conocí!), cada vez más excluyentes, más insolidarios, más supremacistas y más radicalizados.

Pero, a pesar de que todo se esté fraguando con un secretismo indeseable, la opacidad de las negociaciones, sin luces ni taquígrafos, no pueden evitar el análisis lógico: por muy taimado que se pueda ser, aunque no informen sobre lo que prometieron y sabiendo –como sabemos- que, en Política, nadie da nada por nada (y menos aún, grupos con tan poco sentido del Estado y de la Democracia, como BILDU, ERC o la CUP) ¿cómo nos auguran un gobierno de Progreso, si sólo puede hacerlo posible cediendo a las demandas particulares de estos partidos (o, lo que es lo mismo: de unos españoles sobre los otros)?

Con una permanente asimetría regional, con una cojera tan severa norte-sur, España sólo puede avanzar a trompicones, dando traspiés y cayendo; para, después, levantarse una y otra vez (¡cómo tantas veces!), gracias, exclusivamente, al esfuerzo colectivo de tanta gente de a pié que -harta ya de tragarse los sapos de unos gobernantes sátrapas, trepas y mediocres, que han venido a infestarlo todo- andan a punto de reventar.

La asimetría que padecemos nos deja cojos y es mentira el progreso de un Estado que, para caminar, necesita de ortopedia permanente y fisioterapia a puntapala… y, menos aún si, con tanta irresponsabilidad, se echa mano de unas muletas que agudizan, aún más, la cojera.

Por desgracia, esta es nuestra realidad y, si lo es, al menos que no hagan el paripé de que es posible lo imposible. Una cosa es que, por sus culpas de tantos años, nos partamos la jeta en el próximo tropiezo y, otra muy distinta, que –encima- nos quieran tomar por gilipollas y le echen la culpa a la necesidad de seguir avanzando sin necesidad de enmienda.

 

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2 Comentarios

  1. JUBILADO
    JUBILADO agosto 16, 22:47

    En las pasadas elecciones el mensaje de las urnas, no pudo ser mas claro; 123 diputados obtuvo la fuerza mas votada (PSOE) mas 42 UP, con lo que la unión de las izquierdas hace necesario el concurso de otras fuerza, principalmente nacionalistas e incluso independentistas para formar gobierno. las derechas, PP, Cs, y Vox suman 147, haciendo inviable cualquier intento de gobierno. ¿Y por qué las derechas, o principalmente el PP que presume de ser un partido de Estado, no hace el gesto que en anterior ocasión hizo el PSOE, y le permite gobernar, excluyendo de pactos y concesiones a partidos tan poco convenientes para el país, según ellos mismos nos hacen llegar tan machaconamente? Y despues, que hagan la oposición mas enconada o mas responsable, como les guste llamar.

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    • Francisco Fernández-Pro
      Francisco Fernández-Pro agosto 18, 20:26

      Estimado amigo, ya sabe lo que me gusta la lógica y, por tanto, le confieso que tan razonable me parecen sus deseos, como los temores que, por desgracia, deduzco de mis reflexiones sobre la realidad que estamos viviendo.
      Ojalá nuestros políticos (de izquierdas y de derechas) tuvieran la capacidad reflexiva que usted demuestra.
      Un saludo muy cordial.

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