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La cacería es esencial para que haya un control de las plagas de animales y no tenga consecuencia con la siembra de los agricultores. Es la actividad o acción en la que se captura un animal en estado salvaje, tras su pistero y persecución. La caza es todo lo que se hace antes y después de la muerte del animal. La muerte es imprescindible para que exista la cacería.

Hay dos tipos de caza: la caza mayor y la menor. La caza mayor consiste en la caza de ejemplares grandes como las especies que en su estado adulto son más grandes que un zorro, jabalí, ciervo, corzo, lobo, muflón y arriu; la caza mayor es más conocida como montería. La caza menor consiste en cazar ejemplares chicos como liebre, conejos, tórtolas, palomas. En este tipo de caza se puede utilizar escopeta para los pájaros o incluso perros galgos que cazan liebres o conejos.

Hay aspectos legales necesarios debido, sobre todo, a la conciencia del cuidado y de la protección de los animales que organizaciones de defensa de los mismos han estado promoviendo, y el rechazo de muchos sectores de la sociedad contra la caza ha llevado a que en algunos países esta práctica haya sido prohibida, como es el caso de Kenia o Costa Rica. En algunos países africanos mantuvieron la prohibición de caza mayor durante algún tiempo a raíz de la indignación internacional y la mala imagen de algunos países en que la caza generaba matar animales como leones, jirafas o elefantes en los safaris, como ocurrió con la muerte del león Cecil a manos del cazador norteamericano Walter Palmer.

Miguel Carmona Corzo

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