Écija – El Portal Temático Cultural

El pueblo de Écija lamenta la enorme pérdida de Don Joaquín de Soto Ceballos Zúñiga, Alcalde Presidente del Excmo. Ayuntamiento de la Ciudad 1960-1973 y que falleció ayer 19 de enero de 2014. Por ello, hoy las banderas del Consistorio ondearan a media asta.

El sepelio tendrá lugar en la Iglesia de San Gil, a partir de las 16’30 h de hoy lunes.

Don Joaquín de  Soto Ceballos-Zúñiga.-

Nacido en Jerez de los Caballeros (Badajoz) en el año 1.927. Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla. Cofundador y primer Hermano Mayor de la Hermandad de la Yedra en 1961. Miembro de Número de la Academia “Luis Vélez de Guevara”, desde 1962, de la que durante tres años fue su Presidente. Diputado durante 12 años, fue distinguido con la  Medalla de Oro de  Cisneros y la Encomienda de la Orden del Mérito Civil. Nombrado hijo adoptivo de la Ciudad  el 29 de mayo de 1.964.

Accedió al cargo el 4 de enero de 1.960. Desde su toma  de posesión, centró sus prioridades en resolver los graves problemas que afectaban a la Ciudad, entre ellos, la existencia de suburbios, el paro obrero, y la falta de viviendas sociales. Por lo que, dirigió sus esfuerzos en la sustitución de las chabolas  y chozas de la Ciudad que entonces había, por viviendas más habitables.

Durante sus años de Alcalde, se edificaron innumerables bloques de  viviendas: Las 200 Viviendas, Barriada de San Hermenegildo, Viviendas San Agustín, Viviendas Barriada Beato Francisco Díaz, Barriada de La Guita, Pisos Amarillos….entre otras.

Otra de las importantes obras que se realizaron en aquellos años, fueron los Jardines de Ntra. Sra. de Lourdes, cuya inauguración se celebró el 18 de julio de 1961, así como, el Parque de San Pablo.

También cabe destacar la alineación definitiva de la Avenida Miguel de Cervantes, que se vio beneficiada con importantes mejoras, como la mejora del alumbrado eléctrico con  farolas de altas de vapor de mercurio. Se concluyó esta importante Avenida, con las últimas expropiaciones en Plaza de España y su prolongación hasta el Cerro de la Pólvora.

Se instala el alumbrado en numerosas Calles de Écija, sus Torres  y en  fachada del Ayuntamiento. Igualmente se  lleva a cabo la reforma de  la Plaza de España “El Salón”, en la que se recupera la Fuente de las Ninfas, en 1.965. En ese mismo año, el 5 de octubre, se inaugura el Instituto Nacional de Enseñanza Media San Fulgencio, evitando así que los estudiantes ecijanos tengan que trasladarse a Osuna, para la realización de los correspondientes exámenes.

En aquellas fechas,  se creó la primera Comisión de Patrimonio Histórico y se reconoció  a Écija como Conjunto Histórico-Monumental.

Sin embargo, el mejor legado que nos dejó en sus 14 años de fructífera gestión, fue el abastecimiento de agua potable. La escasez de agua que por aquellos años sufría la Ciudad, era una de las máximas preocupaciones de la población, que por entonces se abastecía de pozos ubicados en la periferia de la Ciudad. Y no solo llegó el agua potable a los Ecijanos y Ecijanas, sino que también, a vecinos y vecinas de 16 Localidades cercanas, entre ellas, La Campana, El Rubio, Herrera, La Luisiana, Cañada Rosal, Osuna, Marchena, Arahal…

Descanse en paz

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