Inicio

 
 
 
 
 
 

La Peña Taurina ‘Pepe Luis Vargas’ de Écija conmemora el XXV aniversario de su fundación con la presentación de un libro.

 


La Peña Taurina ‘Pepe Luis Vargas’ ha conmemorado con la edición de libro resumen de su historia el XXV aniversario de su fundación En la publicación no se narra nada, sino que se cuenta todo en imágenes documentos, y fotografías la vida de la Peña, así como también la del propio torero al que debe su nombre.

Corría los finales del año 1975 y, a pesar de la pasión que existía entonces en la ciudad astigitana por los toros, Écija no disfrutaba de un torero de prestigio, aunque sí con grandes banderilleros como Guillermo Gutiérrez y Luis Lucena.

Entonces, como de la nada, salió en estas fechas el ‘Niño de los Azules’, Pepe Luis Vargas. Fue entonces cuando surgió la idea de hacer una peña taurina con su nombre. Se empieza a buscar local, a captar socios, etc. Al poco tiempo ya eran más de cincuenta las personas que, con una misma ilusión, comenzaban a formar la primera peña taurina en Écija.

La Peña Taurina 'Pepe Luis Vargas' nace en 1977 con el objetivo de seguir al joven torero ecijano que da nombre a la asociación y fomentar, de paso, la afición por el mundo del toreo. Los socios fundadores que constan en el acta de constitución de la peña son : Bernardo Melero, Juan Sevilla, José L. Riego, Emilio Martín, Francisco Martínez, Antonio Macías, Salvador López, Idelfonso Martín, José Gálvez, Antonio Rivera, Manuel Sanz y Francisco Rivera.

La idea partió inicialmente del hermano del propio torero, Antonio Vargas, el que fuera primer presidente y, Bernardo Melero, y otros miembros, tras reunirse en las instalaciones del antiguo Tenis Club. La primera sede se ubicó en los sótanos del Bar Avenida, y alrededor de 50 personas comenzaron esta andadura de apoyo incondicional a Pepe Luis Vargas, tanto en su época de becerrista como de novillero y después al tomar la alternativa.

La temporada 1977 los miembros de la Peña se dedicaron a seguir al torero por todos los lugares donde actuaba. A la vez, se organizaban otra clase de actos para que el nombre de la peña no dejara de pronunciarse dentro y fuera de Écija.

A finales de ese año la sede estaba totalmente acondicionada para estar a gusto en ella, algo que se consiguió gracias al esfuerzo conjunto de aquellos primeros socios.

Tras 10 años en el bar Avenida, se trasladaron a la actual sede ubicada en la calle Rodríguez Marín, donde continúan hoy día como una gran familia rodeados de objetos y fotografías en homenaje a esta valiente figura del toreo que no pudo llegar a donde se merecía.

No es fácil resumir los veinticinco años de vida de esta peña que ha conseguido, con mucho esfuerzo, permanecer activa durante todo este tiempo. Ferias, certámenes, jornadas y conferencias impartidas por maestros del toreo y por auténticos expertos en el mundo de los toros. Y es que la Peña Pepe Luis vargas no es sólo un lugar de culto del torero ecijano, sino un rincón donde se vive el mundo del toro, de cabo a rabo.

Los años han pasado y cada uno de los socios de esta peña, muchos de ellos fundadores, recuerdan con satisfacción los momentos que han vivido con Vargas: el primer año de novillero con picadores en la plaza, la alternativa con Curro Romero en Sevilla o las cuatro orejas cortadas en dos días consecutivos en la Feria de San Miguel.

Pero no todos los recuerdos son hermosos. Sin duda alguna, el más amargo fue la gravísima cornada que el diestro recibió en La Maestranza de Sevilla. Sin embargo, el torero se recuperó y, al salir del hospital García Morato, fue recibido en Écija entre una gran multitud. Diez mil personas, entre ellos por su puesto los miembros de su peña, aclamaron al torero a su regreso a la localidad.

Un año más tarde, en 1988, en la fiesta anual de la Peña Pepe Luis Vargas y ante sus miembros, el diestro mató su primer toro tras la cogida como homenaje al apoyo y el cariño que siempre le mostraron.

Tras estos momentos de alegría y dolor, Vargas se fue retirando poco a poco por diversos motivos, aunque nunca fue un adiós definitivo. En la época de esplendor de esta figura, la asociación alcanzó los 500 socios y actualmente el número oscila alrededor de 150, una cifra que no está nada mal teniendo en cuenta que no es un torero en activo.

La Peña Taurina realiza todos los años una serie de actividades con el objetivo de seguir fomentando el toreo en Écija. A principios de año organizan una fiesta de Reyes para los niños También realizan fiestas camperas y excursiones. Éstas coinciden, normalmente, en las plazas de toros donde actúan figuras relacionadas con la ciudad, bien porque hayan nacido en Écija o porque pertenezcan a la Escuela Municipal de Tauromaquia.

Además, organizan jornadas taurinas con la colaboración del Ayuntamiento y entidades privadas. Se celebran a finales o principios de año y se basan en un ciclo de conferencias desarrollado durante tres días. Por estas actividades ya han pasado como ponentes, entre otros, Manolo Vázquez, Pareja Obregón, Manolo Moler, Manuel Díaz y, en definitiva, numerosos personajes relacionados con este mundo, tanto críticos, ganaderos, toreros. Los últimos ponentes fueron Tomás Campuzano y Jaime Ostos.

En la actualidad, los proyectos en los que están inmersos son, principalmente, el apoyo a la Escuela de Tauromaquia que dirige el propio Pepe Luis Vargas, mediante la colaboración con mozos de espadas o el transporte, entre otros aspectos, con la esperanza de que surja alguna gran figura del toreo como en su día lo fue Pepe Luis Vargas. El último proyecto en el que ha trabajado los miembros de la asociación, con mucha ilusión, era la edición del libro conmemorativo de los veinticinco años de vida de la Peña Taurina, que vio la luz a finales del mes de noviembre.

Este es un mundo cambiante donde casi nada es duradero. Por eso la Peña es digna y esperemos que siga viviendo años tan intensos como los pasados.

Información: Vicente Córdoba (Prensa Écija)