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OLOR A OVEJAS. AL RVDO. DON FERNANDO FLORES PISTÓN, NOMBRADO HIJO PREDILECTO DE CAÑADA ROSAL EL 26 DE AGOSTO DE 2018 por Fancisco J. Fernández-Pro

OLOR A OVEJAS. AL RVDO. DON FERNANDO FLORES PISTÓN, NOMBRADO HIJO PREDILECTO DE CAÑADA ROSAL EL 26 DE AGOSTO DE 2018 por Fancisco J. Fernández-Pro
agosto 17
09:57 2018
Fco. Fernández-Pro

Fco. Fernández-Pro

Un día cavilaba con un amigo. Mientras yo opinaba que Dios podía considerarse como una Verdad presentida, él me replicaba que también podía serlo como el presentimiento de una mentira.

Quizá es que no existe”, me decía; “o, quizá –le replicaba yo, acordándome del niño que quería meter en su hoyito de la playa todo el agua del océano-, es que su Naturaleza es demasiado grande para el entendimiento del Hombre”.

De pronto, en medio de aquel debate, me sobrevino la imagen de Don Fernando Flores Pistón, ese cura de pueblo del que yo digo que siempre me huele a oveja; y fue como si el cielo, de repente, se hubiera abierto de par en par para enviarme, de sopetón, el mejor fundamento para mis hipótesis.

Dios no tiene barbas –le dije a mi amigo-, ni rostro de padre bondadoso. No es como nos lo han pintado durante siglos o lo hemos imaginado tantas veces”… Mientras hablaba, me imaginaba la llegada de Don Fernando a Cañada Rosal hace más de media centuria. Los chozos pobres, los ancianos tristes, una juventud ausente que, buscándose el pan, había tomado la patera de los sesenta.  Me imaginé a Don Fernando arremangándose (como tantas veces hicieron las dos Teresas), para coger al diablo por los cuernos y dedicarse a la faena de sanar lo que estaba enfermo, reconstruir lo derrumbado, devolverle la Esperanza a los rincones de las almas (los más escondidos, los más recónditos rincones de  las almas de los hombres que no esperan nada)… y recordé cómo, a través de él, Dios obró su milagro.

Un cura joven, humilde de corazón, de perfiles pequeñitos, vocecita amable –como de susurro- y con la bolsa vacía, llegó hasta Cañada Rosal hace cincuenta y cuatro años;… pero, eso sí, llegó con Dios de la mano y Dios da mucha fuerza a quien lo lleva de verdad en el corazón.

Dios es un pegamento incoloro, inodoro y, aparentemente insípido, que lo pega todo, que todo lo recompone, que llena de coraje y de dulzura lo que toca; que llena de sentido lo que se emprende de su mano y en su Nombre. Dios (cuando es Dios y ninguna otra cosa) es el Espíritu del Amor capaz de levantar Pueblos caídos y llenar de esperanza los corazones más escépticos.

En efecto, Dios podría haberse considerado el presentimiento de una mentira, pero sólo si no hubieran existido o si no existieran personas como este curilla de pueblo que huele a ovejas, pequeño, humilde, pobre y, sin embargo, capaz de transformar la realidad de tanta gente, de devolverle el futuro a un Pueblo entero, de rellenar con la Esperanza los rincones vacíos de las almas de los hombres, de unir tantas voluntades –sin que apenas lo adviertan- con ese pegamento incoloro, inodoro y, aparentemente insípido, que es el Espíritu dulce del Amor que a Don Fernando siempre lleva de la mano.

Decididamente Dios no es el presentimiento de una mentira. Don Fernando Flores Pistón nos demuestra todos los días, desde hace más de medio siglo que, más bien, es una Verdad que se siente cuando, quien lo lleva de su mano (siguiendo radicalmente las enseñanzas de Cristo), se dedica a dolerse con quien se duele, a tender puentes para unir a los hombres en la Fraternidad, a construir pueblos luchando por la Justicia y a llenar de esperanza las almas, en nombre de ese Amor que a él lo trajo hasta Cañada, en 1.964, y que a su lado permanece siempre, firme, inalterable, insobornable, entre aromas de santidad y olor a ovejas.

 

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4 Comentarios

  1. Cofrade ecijano
    Cofrade ecijano agosto 17, 16:53

    Excelente artículo para un hombre irrepetible. Huele a oveja y, como bien dices maestro Paco, huele a santo

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  2. Martin
    Martin agosto 18, 13:01

    ¡Felicidades, Don Fernando! Creo hablar en nombre de todos los alumnos del San Fulgencio que te hemos tenido como profesor y que sabemos que te tenemos como amigo para siempre. Incluso los más excépticos estaban a gusto contigo en una clase…, que siempre tuvo mucha clase y buen rollo. Fuiste la primera persona a la que oí explicarnos con toda naturalidad cómo la religión y la ciencia son totalmente compatibles, que pensáramos que todo lo que decía la Biblia eran metáforas y que no lo tomáramos al pie de la letra. Algo que ahora de mayor parece bastante simple de comprender e incluso lógico y obvio, para la mente de un adolescente no lo es tanto, y tú nos abriste la puerta a pensar de ese modo y a ser más felices haciéndolo.
    ¡Gracias por todo, Don Fernando! Y gracias, por supuesto, por sonreírme y saludarme personalmente cada vez que me ves, igual que haces con todos de manera siempre tan amigable.

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  3. RAMON FREIRE GALVERZ
    RAMON FREIRE GALVERZ agosto 20, 09:36

    Con independencia de las verdades que mi amigo Paco Fernández Pro alude en su artículo, las ratifico yo personalmente por ciertos hechos de los que fui testigo y en los que intervenía Don Fernando, pero él, por su secreto de confesión y yo por el judicial, no puedo hacerlo público, pero era demostrativo del celo cristiano que emana de su personalidad humana y sacerdotal. Ojalá más de un sacerdote y algunas personas, pudieran beber de su humanidad solidaria y cristiana.

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  4. Fran
    Fran agosto 24, 17:53

    Como tu me dirías, como va la cosa Fran.
    Si la vida fuera solamente,una milésima parte como usted nos la enseña día tras día. Este mundo seguro que sería otra cosa. Los que hemos tenido la suerte de disfrutar de su compañía, de su amistad, de su cariño,de su confianza, de su bondad, de su sonrisa, de su trabajo sólo hemos podido sacar una conclusión Gracias y que Dios nos siga ofreciendomo su compañía muchos días.

    Un Saludo y Enhorabuena. Don Fernando.

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