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EL EXPOLIO DE PEÑAFLOR por Francisco J. Fernández-Pro

EL EXPOLIO DE PEÑAFLOR por Francisco J. Fernández-Pro
octubre 18
21:16 2018
Fco. Fernández-Pro

Fco. Fernández-Pro

Hace unos días me aclararon que, según el lenguaje jurídico, lo que ha pasado en el Palacio de Peñaflor puede no llamarse “expolio” y, la verdad, yo no sé cómo lo llamarán los que saben más que yo sobre jurisprudencia, pero según la R.A.E., se considera así a “Despojar (a alguien o algo) de forma violenta o ilegal”. Es decir: un expolio es un robo por muy temprano que amanezca.

Pues bien, digo yo que la desaparición de objetos inventariados de nuestro Palacio de Peñaflor, constituye un expolio en toda regla o, si lo quieren llamar de otra forma, un robo indecente a plena luz del día; y digo, también que, como ecijano de adopción desde los veinte días que me parieron, me considero perjudicado en mis derechos sobre la propiedad de esos objetos (que, para eso se los legaron a Écija los Marqueses de Peñaflor) y, por tanto, obligado a denunciarlo y a pedirle a los responsables municipales que gestionan nuestro Patrimonio (léase, concejales), que se dejen de darle vueltas al asunto y se pongan las pilas, encabezando –todos a una- cuantas acciones sean necesarias para la recuperación de este patrimonio (expoliado o robado, me da igual) y, con ella, la determinación de las responsabilidades a que hubiera lugar… Y, la verdad, aunque lo he intentado asimilar, no me vale (me parecería bochornoso) que, en vez de la Administración Pública que le corresponde, tuviera que ser la Sociedad Civil a través de “Amigos de Écija”, “Hispania Nostra” o la Academia “Vélez de Guevara”, quienes tuvieran que tomar la iniciativa, sobre todo teniendo en cuenta la historia de estas inexplicables “desapariciones” (por no llamarlas expolio)

Por testamento, la marquesa viuda de Peñaflor (fallecida sin sucesión en Madrid el 30 de enero de 1958), siguiendo la voluntad de su marido, ordenó la constitución de dos fundaciones benéficas, una de ellas en Écija, que se denominaría “Fundación de los Exmos. Sres. Marqueses de Peñaflor y de Cortes de Graena”. Su objetivo: el desarrollo de actividades asistenciales y docentes, para lo que determinaba el sostenimiento, en la casa-palacio sita en la calle Emilio Castelar, de una escuela profesional en la cual se enseñara y diera formación “patriótica, social y profesional a varones de clase obrera y artesana, de modo enteramente gratuito”. Posteriormente, con fecha 26 de julio de 1963, la Fundación fue clasificada por Orden Ministerial como Fundación benéfico-particular de carácter mixto, sometida al protectorado del Ministerio de la Gobernación.

Sin embargo y, aunque tras el fallecimiento de la marquesa, el Palacio de los marqueses de Peñaflor y sus bienes muebles pasaron a ser propiedad de la Fundación, el Excmo. Ayuntamiento de Écija, consciente de la importancia de este legado, inició un expediente de expropiación forzosa para su adquisición. Expediente que culminó al llegarse a un acuerdo sobre el justiprecio y previa realización de un inventario de los bienes muebles que aún se conservaban en el palacio, parte de los cuales pasaban a ser propiedad municipal. Habiéndose realizado hasta cuatro inventarios diferentes de estos bienes muebles entre los años 1989 y 2011.

En estos inventarios, las piezas se agruparon en lotes, de acuerdo con los criterios adoptados en el primero de ellos, redactado en 1989 por Dña. Isabel Calderón y Dña. María Luisa Sebastián, que fijaron tres apartados: el Inventario “A” con 923 lotes, a los que había que sumar los bienes almacenados en las dependencias conocidas como el “Pajar”, la “Despensa” y la “Habitación de la Victoria”.

Por otro lado, el Inventario “B” comprende una selección de los bienes contenidos en el Inventario “A”, con un total de 373 lotes a los que se añaden los bienes situados en la “Despensa”. Estos bienes son los que pasaron a ser propiedad municipal y entre ellos se encontraban los que han desaparecido.

Finalmente, el Inventario “C” lo constituyen bienes religiosos que, como en el caso anterior, es una selección de los contenidos en el Inventario “A”.

El segundo inventario fue realizado en 2002 bajo la dirección del restaurador David Asencio Padilla. Fue después de que el Inventario “B” pasase a propiedad municipal; y, según el mismo, aparece un total de 399 lotes.

En mayo de 2006 se realizó un nuevo inventario sobre estos bienes por parte de la empresa Clar Rehabilitación, S.L., pero –increíblemente- de este inventario no se depositó ni una copia en el Ayuntamiento. Sin embargo (casi clandestinamente), se pudo acceder a las fotografías de dicho inventario, lo cual permitió completar el último de los realizados, de fecha 8 de febrero de 2011 y redactado por los funcionarios municipales María del Carmen Freire, José Enrique Caldero y Sergio GarcíaDils.

Cuando se cotejan estos inventarios, podemos comprobar lo datos de los objetos que desaparecieron o fueros sustraídos del Palacio de Peñaflor. Así tenemos que desde 1989 a 2002, desaparecieron 51 piezas. Desde 2002 a 2006, 62 piezas; y, desde mayo de 2006 a enero de 2011, un total de 255 piezas.

En conclusión: desde que estos bienes pasaran a ser responsabilidad directa del Ayuntamiento, han desaparecido 317 piezas inventariadas.

Es cierto que muchas de estas piezas no tienen apenas valor (botones, cojines, colchones, escupideras,…), sin embargo hay muchas otras (cuadros, lámparas, panoplias, armas, cornucopias, relojes, candelabros,…) que sí lo tienen, sobre todo porque formaron parte de un inmueble B.I.C. y de un legado tan importante para todos los ecijanos.

¿No es suficiente todo esto que sabemos? ¿No es suficiente que el SEPRONA requiriera un informe técnico sobre el asunto, por la aparición de algunos de estos objetos en anticuarios y subastas de Internet?

Creo que, estando las cosas como están en nuestro panorama político autonómico y estatal, nuestro Ayuntamiento (todos los concejales de nuestro Pleno Corporativo, todos los que tienen el deber de gestionar y trabajar por defender y conservar nuestro Patrimonio) debería considerar como una obligación, no sólo legal, sino ética y/o moral, dar el paso y aceptar los servicios que en el programa de la REBOTICA DEL COJUELO, ofreció el abogado ecijano y ecijanista, Fernando Osuna Gómez, un profesional de enorme talla, reconocido en todos los ámbitos jurídicos nacionales, y que se ofreció generosamente a Écija -a todos nosotros-, para hacer justicia, depurar responsabilidades y recuperar lo que es nuestro.

Esperemos que ahora los grupos municipales sepan estar a la altura y responder a este compromiso que tienen con todos los ciudadanos. Tendrán que dar el primer paso lo antes posible y hacerlo todos a una. Los 21 concejales de la Corporación, de forma concensuada. Así demostrarán que hay cosas que merecen la pena ponerlas por encima de otros intereses y que, pase lo que pase en las elecciones del próximo mayo y sea quien sea el que deba gobernarnos, este asunto de consenso seguirá adelante.

En este próximo Pleno toca, pues, confiar en la razón de nuestros munícipes, en el sentido de sus responsabilidades y en el grado de compromiso con nuestro Pueblo y su Patrimonio. Yo, que conozco a la mayoría, espero una respuesta unánime.

Ojalá no me equivoque.

 

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2 Comentarios

  1. JUBILADO
    JUBILADO octubre 20, 15:56

    Es increíble, D. Francisco. Irritante, tanta desidia…. y mientras, el tiempo pasa, con lo que los aprovechados de la inacción van poniendo tierra por medio de tanta impunidad. Gracias por revivir el caso y despertar las conciencias.

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    • francisco fernández-pro
      francisco fernández-pro octubre 23, 23:26

      Muchas gracias a usted, amigo mío: siempre atento a las noticias sobre el Patrimonio de nuestra ciudad.
      Ojalá muchos de los que aquí habitan, demostraran la mitad de sensibilidad de los muchos que, lejos, siempre llevan a Écija en el corazón y la memoria.
      Un saludo muy cordial.

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