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DE HUESOS Y ÚLTIMAS VOLUNTADES por Francisco J. Fernández-Pro

DE HUESOS Y ÚLTIMAS VOLUNTADES por Francisco J. Fernández-Pro
octubre 24
00:54 2019

Cuando Franco murió dejó dicho, entre sus últimas voluntades, la de ser enterrado en el Cementerio de El Pardo, donde había mandado construir una última morada para descansar junto a su esposa Carmen. No sólo eso; como no se fiaba de nadie, supervisó personalmente las obras y, en uno de esos gestos de austeridad gallega, pidió que achicaran el proyecto original porque le pareció demasiado ostentoso.

Pues bien, supongo que guiados por lo del prurito imperial, lo primero que hicieron los miembros de su guardia pretoriana, fue pasarse por los forros esa última voluntad y, como muestra de perpetua veneración, enterrarlo en el Valle de los Caídos (el mausoleo más ostentoso de España).

Para Juan de Ávalos fue una faena tener que proyectar, en poquísimas horas, un enterramiento que no estaba previsto y, como no tenía ni losa a juego que tapara, echaron mano de una vieja que -años antes- habían grabado para la tumba de José Antonio y que, al final, fue desechada. Así que, para remate de faena -y, como si fuera un justo castigo de la Historia o del destino político-, taparon los restos de Franco con una piedra rotulada, por el envés, con el nombre de José Antonio Primo de Rivera, cuya doctrina anuló el dictador para siempre y a cuyos seguidores acosó de forma feroz.

Pero, si de todo lo escrito se deduce que el Hombre es necio por naturaleza, entre los que no saben y no quieren saber, entre los que prefieren la víscera a la neurona, surgió el empeño por el agravio… y lo han hecho con tal desatino, que ese intento de discordia -camuflado de Justicia Histórica- lo han convertido en desagravio.

Sólo hay que pensar un poco: esa exhumación de restos -inservibles y caducos-, durante meses, se ha convertido en noticia de primera página en España y parte del extranjero. Franco ha regresado de entre los muertos, lo han alzado como a Lázaro y, para colmo, lo quieren llevar a las alturas (incluso han dispuesto un helicóptero que nos va a costar la pensión anual de un par de pensionistas); de paso, le han quitado el peso muerto de la jodida lápida de José Antonio y, para más inri -¡por fin!-, el dictador podrá descansar junto a su Carmen de toda la vida.

Al final, el Gobierno socialista de Pedro Sánchez, ha bordado la estulticia, demostrando que hay quien embiste rebuznando: han devuelto la memoria de Franco, cuando ya parecía condenado al ostracismo y a ser sólo lo que acabará siendo por mucho que nos empeñemos: el protagonista de una época y de unos hechos pasados y que ya parecían estar superados (que fueron malos para media España y buenos para la otra media); por otro lado, han despertado y enaltecido -en la ira y por la ira- a los que ya habían caído en una hibernación casi irreversible; han sacado a pasear los huesos de Franco por las crónicas políticas del siglo XXI; y, de paso, han cumplido -¡por fin!- con la última voluntad del Caudillo (que, como dije alguna vez, fue la única que sus contemporáneos se atrevieron a saltarse a la torera).

¡Lo que es la Historia, cuando la Historia la escriben los resabiados!

 

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5 Comentarios

  1. Francisco Fernández-Pro
    Francisco Fernández-Pro octubre 24, 15:47

    ACLARACIÓN SOBRE EL ARTÍCULO CON DATOS OBTENIDOS POSTERIORMENTE A SU PUBLICACIÓN, sobre el hecho de la doble inscripción de la lápida de Franco..

    http://desdemicampanario.es/2017/06/07/la-verdad-del-valle-de-los-caidos-2-polemica-sobre-la-tumba-de-franco-en-el-valle-de-los-caidos/

    LA LEYENDA SOBRE LAS LÁPIDAS DE JOSÉ ANTONIO Y DE FRANCO
    La lápida para la tumba de José Antonio se encargó al taller de Vicente Guillén, en Alpedrete, a mediados de 1959. Guillén llamó a dos expertos canteros para tallar la losa: Victoriano Estévez y Pedro Herrán, a los cuales les dijo que le habían encargado dicha lápida y que disponían de poco tiempo. Decidió Guillén que se tallasen dos lápidas, por si una de ellas sufría desperfectos durante el traslado o colocación, quedando la otra reservada. Por lo que cada uno de estos expertos canteros debía buscarse un ayudante y empezaron enseguida el trabajo (según declaró a Juan Blanco Victoriano Estévez en 2005).

    Finalmente trasladaron la losa que mejor había quedado hasta la tumba abierta para el fundador de Falange Española, y allí mismo, un experto grabó sobre ella el nombre de José Antonio y se colocó. La otra losa, sin nombre alguno, quedó arrumbada en el taller. El caso es que tiempo después, Guillén y sus operarios se trasladaron a un nuevo local y el antiguo quedó para uso del Ayuntamiento local…..

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  2. JUBILADO
    JUBILADO octubre 27, 23:47

    Interesante articulo por la pasión desatada. Aunque lamentablemente de rabiosa actualidad .Digo lamentablemente, porque va con un vergonzoso retraso de mas de cuarenta años.
    En su artículo partimos de una premisa(si no me equivoco) de que su ultima voluntad fue de ser enterrado en el cementerio del Pardo, cuando el nunca expresó su ultima voluntad al respecto, al menos por escrito. Lo que si existe es el testimonio del Arquitecto del Valle,Diego Méndez, que según el historiador Paul Preston, en la inauguración del monumento, el día 1 de abril de 1959 Franco le señaló “Bueno Mendez, y en su día, yo aquí, ¿eh?”
    Varias versiones de la historia describen que cuando Franco empeoró, en octubre de 1975,Arias Navarro, ordenó al arquitecto encargado del monumento, que revisara el estado del mismo para ver de ubicar allí su cadáver. Pero el abad se negó a dejarlo pasar para ese fin, a lo que Arias Navarro ordenó que fuera acompañado si fuera preciso, de una compañía de guardias civiles. Así que el consejo de Ministros presidido por el y de acuerdo con el Rey Juan Carlos, decidió que se le diese sepultura en la Basílica. Nadie pudo decir que esa fue su voluntad, porque nadie se atrevió a preguntárselo. O sea que esa afirmación rotunda de que fuera enterrado en el Pardo, no solamente es mas que dudosa, sino que adolece de poco fundamento. Aún así se esgrime frecuentemente con ánimo de aguar la iniciativa, que por cierto, no fueron otros que el Congreso de los Diputados, avalados por la máxima autoridad del Poder Judicial del Estado, que lo es, el Tribunal Supremo. Pero esto usted ya lo sabe.
    Saludos desde Granada.

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  3. Francisco Fernández-Pro
    Francisco Fernández-Pro octubre 31, 12:57

    Estimado amigo:
    En efecto, Franco no dejó su deseo por escrito, pero el hecho de que todos los testigos que estuvieron cercanos a él así lo atestiguaran y que, además, años antes mandara construir su panteón familiar en el Cementerio de El Pardo y supervisara personalmente los trabajos, llegando a rectificar los planos originales, porque quería algo más pequeño y más austero (…y todo esto sí son hechos probados), me hace presuponer cierto lo que todos dicen y no lo que escribe Preston que dijo Diego Méndez. Más, si no bastara, sólo hay que escuchar -a partir del minuto 7:31 de este enlace que le adjunto-, a uno de los principales artífices de la obra de El Valle de los Caídos y de la sepultura de Franco, el escultor Juan de Ávalos que, como usted sabe, no tiene nada de sospechoso: tuvo el carné número 6 del PSOE de Mérida, participó activamente en la Guerra Civil en el bando Republicano, se exilió en Lisboa… y en este documento revela, de primera mano, hechos realmente significativos, incluido el referente al que estamos tratando. Este es el enlace… https://www.youtube.com/watch?v=hliQBFyL0V8
    Visto lo cual, he de reiterarme en lo ya escrito. En todo lo demás, amigo JUBILADO, estoy de acuerdo con usted.
    Un saludo muy cordial desde sus torres.

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  4. JUBILADO
    JUBILADO noviembre 01, 00:15

    Por aclarar algunos puntos, siento discernir sobre sus afirmaciones; Franco nunca manifestó a nadie su intención de ser enterrado en Mingorrubio. Si usted dispone de algún testimonio de su afirmación yo estaría muy interesado en ese punto. Franco no diseñó ni visitó nunca el panteón familiar. Solo lo visitó en varias ocasiones, su esposa. Así lo manifiesta Luis Felipe Utrera-Molina, abogado de la familia Franco, así como el presidente de la Fundación Francisco Franco, el general Chicharro, y ambos fueron contundentes en estos términos. Así que esos no son hechos probados.
    Presuponer certeza a las manifestaciones del escultor Avalos, y dudar de la imparcialidad de Preston me parece un poco injusto, comparando la cualificación de los personajes. En fin, son opiniones.
    Un saludo afectivo, y gracias por su tiempo.

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  5. Francisco Fernández-Pro
    Francisco Fernández-Pro noviembre 03, 02:16

    Estimado amigo, le agradezco sus aclaraciones y respeto sus discrepancias.
    ¿Qué quiere que le diga sobre lo que me pide?… Búsquelo uste y hallará lo que yo: unos dicen que sí y otros que no; incluso hay quien afirma que fue Doña Carmen quien aseguró que la voluntad de Franco era la de ser enterrado en Mingorrubio… Creo que esta cuestión resulta tan enrevesada -siendo tan reciente- porque cumple, perfectamente, con el principio que ya comenté alguna vez y que dictó Heródoto en su “Historia” hace tantos siglos, tras preguntarle y oir a los distintos contendientes de una batalla acontecida meses antes: “No existen hechos históricos sino distintas versiones”
    Quizá lo lógico cuando suceden estas discrepancias y cada cual expone su versión, es echar mano de la razón y la lógica. Haciéndolo así, permítame seguir dando mayor crédito a un testigo tan directo como Juan de Ávalos (socialista, republicano, artífice, testigo y coprotagonista de toda esta historia), que al historiador Paul Preston -por muy historiador que sea- pero que, a fin de cuentas, sin haber sido testigo directo, se limita a trasladar lo que uno de esos testigos le dijo que, en un momento dado, había dicho Franco.
    La verdad es que, para mí, es más razonable la versión del Cementerio de El Pardo, máxime cuando, como está demostrado (y eso sí que está sobradamente demostrado), cuando murió el dictador no había lugar preparado en el Valle de los Caídos para él. Cosa curiosa cuando, todos los que lo conocieron, coinciden en su carácter gallego (entre otras cosas, bastante previsor)
    Pero supongo que, como en tantas ocasiones, es cuestión de criterios.
    Un saludo muy cordial.

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